El V-22 Osprey de la Armada de EE. UU. demostró su valía durante un despliegue reciente en Haití. Durante el despliegue, el personal del Grupo de Apoyo de Entrenamiento de Aviación Naval (NATSG, por sus siglas en inglés) partió sin previo aviso y trabajó en conjunto con sus contrapartes del Cuerpo de Marines. Aunque la interoperabilidad es una característica distintiva de las fuerzas armadas, la estrella del evento fue el V-22 Osprey.
“La capacidad de Despegue y Aterrizaje Vertical (VTOL) del MV-22 significó que podía utilizar buques de guerra cercanos como fuente de combustible y que la aeronave no se limitaba a pistas u otras superficies preparadas, permitiendo que los suministros se entregaran en zonas de aterrizaje remotas y no preparadas cuando y donde se necesitaban,” explicó un comunicado de la Armada de EE. UU. sobre el despliegue.
“Además, el alcance extendido y las mayores velocidades de crucero del MV-22 le permitieron completar un mayor número de entregas por día que los helicópteros de apoyo, demostrando ser el caballo de batalla del esfuerzo de ayuda,” continuó el comunicado.
“Cada plataforma tiene sus pros y sus contras. Lo que hicieron con un gran grado de éxito con el V-22 fue tratar de obtener lo mejor de ambos mundos en cuanto a una aeronave de ala fija y una de ala rotatoria,” dijo el CMDR. Keith Klosterman, el oficial comandante del NATSG.
“El destacamento pudo operar fuera de la Bahía de Guantánamo y eso fue debido al alcance y velocidad incrementados del V-22. No tiene la mayor capacidad de carga en la flota, pero, en comparación con la velocidad y el alcance de una aeronave rotatoria normal, el V-22 es absolutamente superior, por lo que pudieron basarse mucho más lejos del incidente, pero más cerca de la cadena de suministro,” agregó Klosterman.
Aunque el V-22 Osprey es la aeronave pionera de ala rotatoria del Pentágono, es probable que sea solo el primero de varios tiltrotors que entrarán en servicio. El Ejército de EE. UU. también está investigando una nueva aeronave que podría reemplazar a la mayoría de los helicópteros que tiene en servicio: la Aeronave de Asalto de Largo Alcance del Futuro.
Tanto el V-280 Valor, construido por Bell Textron, como el Defiant X de Sikorsky-Boeing esperan ganar la competencia y convertirse en la nueva aeronave de elección del Ejército, esperanzas que están basadas en el éxito demostrado del V-22 Osprey. Según el comunicado, la implementación de la Armada y el Cuerpo de Marines voló más de “5,300 millas náuticas, transportó a 320 trabajadores de ayuda y entregó más de 234,100 libras de alimentos, agua, refugio y suministros médicos vitales para satisfacer las necesidades de la luchadora población haitiana.”
